Así nació el Monstruo

Heavy Metal

Nuestra edición 400 narra nuestra percepción de la concepción del monstruo llamado heavy metal, una bestia insaciable que rebasó los límites musicales para convertirse en una corriente de pensamiento para mentes indomables

Por: Lord JASC
Barraca 26

El heavy metal es sin duda un movimiento cultural que sobrepasó inmediatamente lo estrictamente musical, se convirtió en una corriente de pensamiento y un estilo de vida para su infinita legión de seguidores, pero ¿cómo fue el nacimiento del monstruo?, bueno, la respuesta nadie la puede decir con certeza, existen diferentes versiones que lo tratan de explicar, de las cuales lo único cierto es que el heavy metal es la evolución natural del rock y hard rock tomando influencias de otros subgéneros para finalmente concebir un nuevo estilo musical, el cual se caracterizó por el uso de guitarras fuertes y distorsionadas, creando un ritmo lleno de energía alimentados con un denso bajo, una poderosa batería y, finalmente, las agudas vocales que definieron la nueva línea del naciente género.

A todo esto, existe una fuerte controversia sobre qué banda fue la primera en catalogarse como heavy metal, desde Led Zeppelin, Deep Purple, Blue Öyster Cult y por supuesto Black Sabbath. El fin de la década de los 60’s y el principio de los 70’s es el lapso donde nació el monstruo llamado heavy metal, que en aquellos tiempos era igualmente llamado hard rock, de hecho, no existía diferencia alguna para los críticos, lo cuál explica por qué no hay un consenso para determinar su origen. Al final, nunca se podrá determinar cuál fue la primer banda estrictamente de heavy metal, solo queda la percepción particular de cada individuo y por nuestra parte, como la gran mayoría de quienes aman el heavy metal, nos inclinamos hacía el cuarteto de Birmingham, los padres fundadores y ahora abuelos y ancestros del heavy metal: Black Sabbath. Determinando como punto de partida su venerado álbum debut homónimo publicado aquel viernes 13 de febrero de 1970, con el cual sentaron las bases de un nuevo estilo musical, con la patente de la tonalidad de las guitarras de Tony Iommi que marcarían el rumbo musical a seguir, mientras que la parte lírica mostró un nivel de oscuridad nunca entes visto. Un año después su segundo opus ‘Paranoid’ simplemente terminó por darle vida y un nombre específico al monstruo: Heavy Metal.

Con las bases sentadas se desató un frenesí por el heavy metal, emergiendo de las profundidades de la tierra una serie de bandas que alimentaron al recién creado monstruo, que en sus primeros años de formación estaba hambriento de sangre nueva. Dentro de la multitud de actos, sobresalen tres que con su aporte lograron madurar un estilo y de una vez por todas, definir completamente la primera línea de sangre del heavy metal. En primer lugar Judas Priest, quienes fueron los precursores de las llamadas guitarras gemelas además de establecer la indumentaria de cuero y estoperoles que le dieron identidad al género. El segundo fue Motörhead, conocida como la banda más sucia de rock and roll del mundo, curiosamente Lemmy Kilmister siempre rechazó que catalogaran a Motörhead como heavy metal, definiéndose simplemente como una banda de rock and roll, como sea, Lemmy y compañía le otorgaron al monstruo la actitud y temperamento que necesitaba, mostrando un lado salvaje y sucio que no se conocía hasta ese momento, además de darle su justo valor al bajo en las composiciones musicales y una voz completamente desafiante y primitiva. Finalmente, los consentidos de la mayoría de metalheads: Iron Maiden, el acto británico que simplemente logró estandarizar el heavy metal, fueron capaces de crear un sonido distintivo que marcó por siempre el estilo del heavy metal, su base rítmica y armónica perfeccionó el uso de las guitarras gemelas y lo elevó a niveles inimaginables adoptando tres guitarras. Más allá del invaluable aporte musical de Iron Maiden, detonaron la parte estética del heavy metal con la aparición de Eddie the Head, que se ha convertido en un icono del género y marcaron la tendencia de las portadas con su exquisito arte ilustrativo y conceptual.

Con sus cuatro pilares bien definidos, el monstruo del heavy metal se abrió paso y se logró distinguir de otros géneros musicales gracias a su fuerte vínculo entre lo musical, lo estético y lo filosófico, para engendrar un estilo que fue cobrando fuerza con el paso de los años. Lo que pasó después es tema para otro momento, el monstruo sigue creciendo, ha mutado, se ha reinventado, ha caído, ha peleado, ha sufrido, ha renacido y sigue en pie de guerra, como su naturaleza lo dicta, está luchando contra todo y contra todos, incluso contra sus propios creadores, contra las nuevas tendencias, contra la inminente comercialización y en este momento, con las nuevas tecnologías se enfrenta a una nueva amenaza, ahora, a sus poco más de 50 años, el monstruo del heavy metal se muestra fuerte y dominante ya que se alimenta de los sentimientos más profundos del hombre, donde el odio, el coraje, la fuerza, la libertad, la honorabilidad y la autenticidad son su fuente de poder. Ahora, haciendo retrospectiva, recordando su pasado y visualizando su futuro, el monstruo del heavy metal jamás morirá y no nos queda más que disfrutarlo, aprender de él y alimentarlo desde cualquiera que sea nuestra fuente de inspiración, como músico o fanático, artista o consumidor y la infinita gama que existe entre ellos; salve al monstruo del heavy metal, que nos da tanto y solo pide una cosa a cambio, una cosa tan simple y desinteresada como el heavy metal mismo, algo que se da sin ningún esfuerzo y por naturaleza, un vínculo de sangre de completa y total devoción.

 

 


 PDF: 400 Asi Nacio el Monstruo
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