El acto francés Celestia emergió de las sombras de Aviñón, Francia, en 1995, concebido por la mente maestra de Cyril Mendre aka Noktu, justo en la época de esplendor del black metal de segunda generación. En sus primeros años, la banda grabó una serie de demos, splits y EP’s con diferentes formaciones que le otorgaron una buena reputación dentro de la escena francesa de black metal, siempre sumergidos en las profundidades del undergorund.
Fue hasta 2002 que Celestia pudo publicar su primer álbum de larga duración ‘Apparitia – Sumptuous Spectre’ con el extinto sello Full Moon Productions. A este disco le siguieron ‘Frigidiis Apotheosia: Abstinencia Genesiis’ de 2008 y ‘Archaenae Perfectii – L’arche arcane des parfaits’ de 2010. Posteriormente la banda se disolvió en 2015. Su último álbum, ‘Aetherra’, se grabó en 2012 y se publicó tras la separación en 2017 con su actual sello Drakkar Productions. Finalmente, en 2020, la banda se reformó nuevamente con su actual formación y está lista para seguir incrementando su legado dentro de la escena del black metal mundial.
‘Forever Gone’ surge como una invocación, un último aliento extraído del otro lado del velo. Cada tema perdura como la niebla sobre tumbas olvidadas, impregnado de añoranza, rico en desolación. Cada nota rezuma el peso de la ausencia, como compuesta en el silencio que sigue a una despedida final”.
Drakkar Productions
Sello francés
Después de ocho años de silencio, Celestia regresa con una nueva ofrenda titulada ‘Forever Gone’, continuando bajo el manto del sello francés Drakkar Productions, presentando once himnos de maldad pura distribuidos en 50 minutos de invocaciones y misterio.
El disco inicia con ‘Last Horizon Call’, que comienza con un intro acústico que inunda el ambiente de nostalgia, mientras unas guitarras afiladas como navajas desprenden riffs malignos y voces infernales se abren paso entre las sombras, engendrando un sonido diabólico fuertemente apegado al black metal clásico de segunda generación. Posteriormente ‘The Message’ se conduce bajo la misma línea, con un ambiente oscuro y funesto, mismo que se plasma en la lírica, orientada al pasaje a la muerte y sus misterios, siempre encendido por la llama del metal negro de primer nivel, mientras que ‘Departure’ conduce al oyente dentro de un abismo donde la oscuridad y la perdición se apoderan de todo, ofreciendo un himno lleno de misticismo y blasfemia.
Por su parte ‘Le parfum de la nuit’ recorre un sendero donde no hay luz que ilumine el camino, solo el sentimiento de muerte y miseria, en este tema se aprecia un intermedio acústico que eleva la atmósfera mística extendiendo su manto helado mortuorio. En la parte central aparece ‘Diabolic Ethereal Stigmata’, un track poderoso con riffs creados en las profundidades del infierno al igual que las voces de demonio que invocan espíritus antiguos y olvidados, mientras el empleo de unos sutiles coros y oscuros teclados encumbran un sonido de ultratumba.
La segunda parte del álbum abre con un nuevo intro acústico para ‘Visage from the Dreaming Sky’, que es el track de mayor duración, una auténtica joya de puro black metal crudo, frío y maligno, impregnado de un sentimiento de maldad y mística superlativa, donde Celestia expone su mejor versión, un himno a la noche que reúne todos los recursos que el black metal puede ofrecer y los acopla magistralmente. ‘Spectral Harmonii’ parece una continuación natural del track anterior, de hecho, todo el disco fluye continuamente bajo la misma línea sonora, envuelto por el sonido primitivo y sucio del underground y un misticismo lírico y musical abismal. Nuevamente las guitarras acústicas aparecen en ‘Interlude’, que como su nombre indica, sirve de intermedio para adentrarse aún más en las profundidades del averno y extinguir cualquier luz que exista.
En el último tercio ‘Shining Repentance’ retoma su vigor con un endemoniado track que invoca entidades de otras dimensiones y promueve los sentimientos ocultos por el hombre a través de sonidos malignos y desgarradores. A continuación ‘Derniers Adieux’ contiene un ambiente aún más helado y sombrío, con un ritmo pausado y lento, envuelve al oyente con su ambiente lúgubre, mientras que los teclados y cánticos en segundo crean un sonido atmosférico. Finalmente el cierre por medio de ‘Apparitia – Spectre oublié’, ofrece un black metal majestuoso, con riffs afilados y voces desgarradoras llenas de angustia, las cuales se extinguen lentamente mientras los sonidos acústicos crean un pasaje sonoro de quietud y tranquilidad, la cual se rompe con la parte final del álbum, donde las partes melódicas se vuelven protagonistas y culminan una obra de culto a la noche y la oscuridad, creando un vínculo entre la vida y la muerte.