Enviados del Infierno

El tridente mexicano Enviados del Infierno presenta su álbum debut, una obra que ofrece un black metal crudo y sombrío impregnado de blasfemia, con el cual ascienden lentamente dentro del underground nacional

Por: Lord JASC
Barraca 26

Desde Silao, Guanajuato, México, emerge un acto de black metal que tiene una peculiaridad que muy pocas bandas poseen, está formada por tres miembros que son familia, el baterista Agares, de tan solo 15 años de edad y su hermano y guitarrista principal Baalzephon, un año mayor, comandados por su padre y vocalista Equimanthorn, conforman un tridente infernal que promueve blasfemia y odio a través de su particular visión del black metal. La banda nombrada Enviados del Infierno, surge en 2020 e inmediatamente comienzan a trabajar en su propio material.

Al año siguiente publican su primer EP ‘Lucifer’ compuesto por seis tracks y 26 minutos de duración total, dicho trabajo fue muy bien recibido por la comunidad underground, por lo que los Enviados del Infierno consiguieron experiencia y comenzaron a realizar presentaciones en vivo en diferentes ciudades de la República Mexicana, con muy buena aceptación.

 

Sigan a la banda en Spotify, próximamente nuestro nuevo álbum ‘Invocación’ disponible en todas las plataformas digitales y de igual manera contamos con el material en físico para quien guste adquirir una copia apoyando a la banda. Black Metal hecho en Silao Guanajuato”.
Enviados del Infierno
Banda mexicana de black metal

INVOCACIÓN

Tres años después, el acto mexicano finalmente publica su álbum debut titulado ´Invocación’, a través del sello nacional Ah Puch Records MX, ofreciendo nueve himnos de metal negro distribuidos en 38 minutos de reproducción. Para este trabajo, los dos hijos de Equimanthorn, Agares y Baalzephon se encargaron de la composición de toda la música y fueron autores de las letras de los últimos dos tracks del disco, muestra de que su talento y protagonismo dentro de la banda va en aumento.

El álbum debut de los Enviados del Infierno abre con ’Señor del Fuego‘ que inicia con un intro de teclados místicos y sombríos, preparando el ambiente para un black metal crudo y directo, mezclando la clásica base de riffs afilados con elementos melódicos. La parte vocal se nota angustiante y primitiva, logrando trasmitir ese sentimiento de odio y desesperación característico del género. Posteriormente aparece el track que nombra al disco, un tema agresivo y dinámico, donde el trabajo de batería marca un ritmo demoledor y los cambios de revoluciones diversifican el sonido de los Enviados del Infierno, cabe resaltar que las capas sonoras exponen un estilo ennegrecido extraído del averno.

Por su parte ‘Putrefacto‘ mantiene la llama encendida, empleando diversos recursos sónicos para amalgamar un himno oscuro y despiadado. Mientras que ‘Esclavos de la Cruz’ rompe un poco el molde, ejecutando un sonido áspero y completamente underground, dónde las incrustaciones melódicas nutren la composición. A continuación ‘Ritual bajo la Luna’ continúa bajo el sendero de la oscuridad, sin perder el sello de maldad y odio, en este track, el tridente plasma un sonido más atmosférico, mientras que ‘Naamah (Diosa de la lujuria)’ expone un sentimiento de angustia y desesperación que le permite al oyente sumergirse en el concepto ocultista de la banda.

Adentrándonos en el último tercio del disco, ‘Martillo de Brujas’ presenta un sonido más melódico, con armonías siniestras y un ritmo más pausado y lento genera un sentimiento funesto y místico que consagra uno de las mejores piezas de ‘Invocación’. Otro excelente track es ‘Keteh Merirí’, donde Equimanthorn se aventura a emplear un doble estilo vocal, alternando las voces malignas con partes más graves que le dan un toque de versatilidad a las vocales, mientras que la parte musical entrelaza de buena forma melodías oscuras con afiladas guitarras para crear un verdadero himno de maldad pura. Por último, el cierre por parte de ‘Fuerzas de la Noche’ es más arriesgado, manteniendo una base sólida de black metal tradicional, incorpora elementos melódicos que logran acentuar el concepto de odio y destrucción, concluyendo así, una obra basada en los preceptos de maldad y blasfemia.

 PDF: 421 Enviados del Infierno