Sonus Mortis es una banda con sede en Celbridge, Irlanda, formada en 2013 por el miltiinstrumentalista y compositor Kevin Byrne, fundador y único miembro de la banda. Musicalmente su concepto se basa en una mezcla de death-doom con algo de black metal melódico y elementos sinfónicos.
El proyecto irlandés ha publicado un demo y siete registros de larga duración, cada uno de ellos autoeditado siendo su último lanzamiento ‘Of Red Barren Earth’, publicado en octubre de 2023 con un tiraje de 100 copias en formato CD. Ahora el proyecto de Kevin Byrne está listo para revelar su octavo opus bajo la misma línea de sus antecesores, pensado a publicarse de manera independiente.
Gracias a James Mathieson de Midas James Artwork & Design por el excelente trabajo artístico realizado hasta la fecha. Gracias a Mick Richards por más de 10 años mezclando y masterizando estos álbumes. Gracias a familiares y amigos, y a todos los fans que han apoyado y escuchado las canciones/álbumes desde 2013; ustedes han asegurado que este disco siga siendo una entidad musical, así que muchas gracias por ello. Hasta la próxima…”.
Kevin Byrne
Frontman de Sonus Mortis
Con dos años de distancia de su antecesor, el octavo opus de Sonus Mortis ‘Synapse the Hivemind’ ha sido liberado, como es costumbre en cada uno de los registros de la banda, de manera independiente, ofreciendo nueve tracks distribuidos en 38 minutos de duración total.
‘Biomechanical Horrors’ comienza con una fuerte carga melódica, dónde los teclados prevalecen, mientras las voces desgarradoras se vinculan con una batería demoledora y pasajes atmosféricos e incluso partes corales de voces limpias, que en su conjunto emanan un sonido cruel y despiadado.
Posteriormente ‘Eyes in the Sky’ ofrece un sonido más experimental, dónde una vez más, los teclados se encargan de marcar la batuta de la composición, con voces mayormente limpias bajo un ritmo demoledor. A continuación ‘I Used to Be Human’, genera un sonido denso con guitarras más nítidas envueltas en melodías oscuras y teclados siniestros, manteniendo el ambiente helado y oscuro. Por su parte ‘The System Shock’ muestra una faceta más orientada al death metal, ahora con un constante martilleo en la batería y guitarras crudas y densas genera un sonido envolvente y funesto, que es nutrido con teclados y ganchos melódicos que generan una sinfonía ennegrecida.
En la parte media aparece ‘The Perfect Host’, tema que narra una critica a la consolidación del poder entre las élites, la manipulación de los sistemas políticos y la opresión de la gente común, manteniendo al mismo tiempo un hilo conductor de posible rebelión y cambio. Musicalmente regresa al sendero del mal, con una influencia más agresiva Sonus Mortis expone un himno inmerso en la oscuridad, gracias a voces ásperas alternando partes de voces limpias y elementos sinfónicos en las capas inferiores, este track muestra la versatilidad de la banda y otorga diversidad al disco.
Ahora es turno de ’The Unravelling Array’, que inicia con una introducción narrativa donde se van integrando fuertes riffs de guitarra con un sentido más moderno, mientras los teclados juegan su rol de creatividad al tiempo que las partes melódicas y los cambios de ritmo terminan por sellar un track complejo y versátil.
El tema que nombra al disco emplea una doble voz, alternando los gruñidos con cánticos limpios, mismo contraste que se muestra en la parte musical, donde las guitarras densas se mezclan con elementos melódicos para crear un sonido fuerte y pesado pero nítido, consolidándo uno de los mejores cortes del disco.
Entrando en la parte final, ‘Deracinated’ plasma un sonido más cinematrográfico por medio de teclados como base rítmica y una incesante batería que solo da pausas para abrir el paso a las partes corales que le brindan un toque épico a la composición. Por último, el cierre por parte de ‘Slaves to the Algorithm (Execute the Code)’ extiende una atmósfera sombría por medio de potentes golpes sonoros y voces que exponen un sentimiento de rencor, mientras los teclados extienden su manto helado, las guitarras se funden con melodías claras y nítidas para completar una pieza que combina la brutalidad del death con la frialdad del doom y sellar así un trabajo sobresaliente.